Las rocas del mar son más que curiosas
para conversar de todas las cosas.
Haz este ejercicio y siéntate a hablar
con una roquita del borde del mar.
Pregúntale algo: ¿qué tal está el tiempo?
Te contestará: parece que blehmbo.
La pobre jamás termina una frase,
no puede evitar que la ola pase.
La cubre enterita con agua de mar
y le impide entones terminar de hablar.
Por eso me gusta sentarme a su vera
y hacerle preguntas de mi vida entera.
Oye roca sabia, ¿qué haré de mayor?
- Serás muy brillante en shorblaleor.
¿Sabes por qué Jaime no me quiere más?
- Se debe sin duda al blableblolas.
¿Y por qué en el cole no soy la mejor?
- Porque en geografía blalibabibor.
Así yo decido que seré dentista,
que Jaime me quiere y soy la más lista.