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martes, 15 de febrero de 2011

UN GUSANO EN LIBERTAD


Esta historia comienza en un manzano
y va sobre la vida de un gusano
que se hizo millonario de repente
con su empresa de viaje en parapente.

Su nombre era Gustavo y de pequeño
tenía a diario el mismo sueño:
viajar por todo el mundo en libertad
manejando una moto de verdad.

Coleccionaba anuncios y revistas
sobre las motos y motociclistas.
Con paciencia se construyó una moto
y tejió un lindo traje de piloto.

Su madre a diario le decía:
“lo de la moto es una tontería”
Has construido ese cacharro en vano,
pues no podrá correr sobre el manzano.

Para aprender hizo falta un buen susto
pues tuvo un accidente en el arbusto.
Cayó al suelo, rompió contra las matas
la moto, el casco y treinta y cinco patas.

Estuvo varios meses de reposo,
con un dolor de patas espantoso,
pensando en qué podría inventar
para volver de nuevo a viajar.

¿Tendré que resignarme en esta vida
a una existencia plana y aburrida?
Yo quiero volver a sentir que vuelo
sin darme otro porrazo contra el suelo.

Así, entre pensamiento y pensamiento,
llegó una racha muy fuerte de viento
arrancando varias hojas sin piedad
que salieron volando por la ciudad.

Entonces Gus tuvo la inspiración
¡aún puedo vivir la sensación!
Podré volar por fin tranquilamente
si hago con las hojas parapentes.

Creó un sistema de cuerdas y nudos
que aseguró a la hoja concienzudo.
Recorrió todo su árbol anunciando:
¡Vengan a ver a un gusano volando!

Aunque así lo parezca, yo no miento:
fueron miles de insectos al evento.
Entonces Gus salió de entre la gente
y se tiró al vacío en parapente.

Voló con suavidad entre las ramas
con vítores, aplausos y proclamas.
¿Dónde nos apuntamos a probar?
¡Nosotros también queremos volar!

En solo dos semanas ya tenía
una lista de espera de cien días.
Y ahora es un gusano muy influyente
con una empresa top de parapente.

ILUSTRACIÓN DE JUANITA SUBERCASEAUX


lunes, 10 de enero de 2011

LAS ROCAS DEL "BLAR"




Las rocas del mar son más que curiosas

para conversar de todas las cosas.


Haz este ejercicio y siéntate a hablar

con una roquita del borde del mar.


Pregúntale algo: ¿qué tal está el tiempo?

Te contestará: parece que blehmbo.


La pobre jamás termina una frase,

no puede evitar que la ola pase.


La cubre enterita con agua de mar

y le impide entones terminar de hablar.


Por eso me gusta sentarme a su vera

y hacerle preguntas de mi vida entera.


Oye roca sabia, ¿qué haré de mayor?

- Serás muy brillante en shorblaleor.


¿Sabes por qué Jaime no me quiere más?

- Se debe sin duda al blableblolas.


¿Y por qué en el cole no soy la mejor?

- Porque en geografía blalibabibor.


Así yo decido que seré dentista,

que Jaime me quiere y soy la más lista.









miércoles, 15 de diciembre de 2010

CARLA LA AMBULANCIA


ILUSTRACIÓN DE JOSÉ FERNÁNDEZ


¡¡NINO NINO NINO!!
NI esto NI lo otro,
NO pienso acelerar.
NI grave NI en peligro,
NO quiero correr más.

Carla es una ambulancia,
y muy profesional,
pero lo que le gusta
es el trato personal.

Le gusta dar abrazos,
llevarnos con prudencia.
No le gusta ir corriendo,
cuando hay una emergencia.


¡¡NINO NINO NINO!!
NI atasco Ni infarto,
NO pienso acelerar.
NI pierna NI cabeza,
NO quiero correr más.

Cuando coge un paciente,
le mima como a un niño.
Le cuenta muchos cuentos,
le lleva con cariño.

Pero a ella le da miedo
es más, le da terror
que el conductor apriete
el acelerador.


¡¡NINO NINO NINO!!
NI corre Ni gallina,
NO te voy a escuchar.
Y aunque vayas al jefe,
NO voy a acelerar.

Ayer le vino el jefe
(un poco mamarracho)
y le gritó muy fuerte:
“¡Venga usted al despacho!”

Le dijo “usted no corre”,
“no lo puedo admitir”
“y aunque lo siento mucho,
le debo despedir”.


¡¡NINO NINO NINO!!
NI beso NI caricia,
NO puedo trabajar.
NI lenta NI deprisa,
NO debo circular.

Carla está despedida
y triste como ven
hace la fría cola
que lleva hasta el INEM.

Rellena unos papeles
con mucha devoción,
¿que qué aptitudes tiene?
Cuidado y comprensión.


¡¡NINO NINO NINO!!
NI tarde NI temprano,
NO quiero despertar.
NI esto NI lo otro,
Yo quiero trabajar.

Así pasan los días
sin mucha novedad.
Y es que Carla se aburre,
se aburre de verdad.

La pobre va en pijama
ve la televisión,
come patatas fritas...
¡qué horrible sensación!


¡¡NINO NINO NINO!!
NI tele NI basura,
NO hay nada que mirar.
NI fritos NI patatas,
yo quiero trabajar.

Por fin llega una carta
mandada del INEM
le ofrecen un trabajo,
¡pues mira tú qué bien!

"Viendo que usted no corre
y le gusta cuidar,
llegado el mes que viene
será bus escolar"


¡¡NINO NINO NINO!!
NI chicle NI patata,
NO quiero un grito más.
NI juegos NI pistolas,
NO os quiero castigar.

Por fin tiene un trabajo
cumpliendo su deber.
Y si se ponen malos
sabe qué debe hacer.


jueves, 14 de octubre de 2010

LA LAVADORA SENTIMENTAL


Sean todos más sensibles,

se lo pido por favor,

soy más que una lavadora

que lava blanco y color.


Sostienen que quito manchas

y están muy equivocados.

Lo que yo hago es escucharlas:

sus bondades y pecados.


La grasa de bicicleta

me cuenta que no es valiente;

que al quitarle los ruedines

se cayó al suelo de frente.


Al vino que es obstinado

le cuesta mucho salir,

pues se piensa que su dueño

sin él no puede vivir.


La tinta de pluma llora

porque quiere ser poeta

y de tanta inspiración

se cayó a la camiseta.


Ayer me vino agobiado

el cuello gris de camisa

porque es duro su trabajo

y hay que hacer todo deprisa.


Esta mancha de carmín

llora al amor olvidado:

“sin él no puedo vivir,

es tan guapo y educado…”


Menudo disgusto trae

el barro del pantalón

pues mamá le ha regañado

y le ha dado un coscorrón.


Yo las calmo y las escucho,

les digo “no pasa nada”

y cuando desaparecen

me quedo muy preocupada.


Cuando mi filtro se obstruye

de oír tanto desconsuelo,

ya no soporto la carga

y lloro por todo el suelo.


Solo entonces me hacen caso

y llaman a ese señor

que se encarga de arreglarme.

De escucharme, pienso yo.


Yo le cuento las vivencias.

Vamos, que las penas lloro.

Y él le contesta a mi dueños:

“uffff… esto es cosa del cloro”


Hace un poco de terapia,

me receta bien de tila

y con todos sus consejos

yo me quedo más tranquila.


Cuando el técnico se marcha,

por fin vuelvo a funcionar:

a escuchar a nuevas manchas

o a lo que llamáis “limpiar”.



ILUSTRACIÓN DE JUANA SUBERCASEAUX



domingo, 20 de junio de 2010

LA AGENDA DESAGENDADA


Ser despistado es algo muy corriente,
o al menos eso piensa mucha gente.
Pero ya es un problema singular
si lo sufre una agenda escolar.


Esta es la historia de la agenda Berta
que aunque me cae bien, no es muy despierta.
Y cómo, por su amnesia cotidiana,
cambió de dueño en solo una semana.


El lunes, que a nadie le gusta nada,
estaba nuestra agenda adormilada.
Y no le recordó a su dueño Juan
que tenía su examen de alemán.


El martes, que es un día un poco tonto,
la agenda bostezó hasta que de pronto,
recordó que debía recodar
a Juan unos deberes, ¡qué pesar!


El miércoles llegó y, Juan con enfado,
se acercó hasta la agenda colorado
para leer en ella con disgusto
que se olvidó el cumple del tío Augusto.


“Esto ya pasa de marrón a oscuro”
pensaréis los lectores con apuro,
y yo os pido paciencia como autor.
No odiemos a la agenda, por favor.


Llega el jueves y, la agenda en pijama,
rellena muy tranquila un crucigrama.
Con tanta letra olvida, por supuesto,
que Juan debe jugar al baloncesto.


¡Esto es el colmo!- exclama Juan muy triste-
¡ya no puedo aguantar tanto despiste!
Entonces agarró a la pobre Berta
y la arrojó por la ventana abierta.


Llegados a este punto he de anunciaros
que no debéis ninguno preocuparos.
Este es un cuento para los infantes,
tendrá un final feliz como los de antes.


Llega el viernes y la agenda despierta
en mitad de una calle ya desierta.
Pero algo interrumpe la quietud,
¡es un niño con cara de ataúd!


Es Luís, el niño más triste del mundo,
que se agacha y la observa un segundo.
Es una agenda- exclama sin dilemas-
podré escribir en ella mis problemas.


Al día siguiente Luís llora y anota
todas sus desventuras con derrota.
Y Berta, que ese día está radiante,
olvida los problemas al instante.


Así llega el domingo y muy contento
despierta el niño triste de este cuento.
Al anotarlas, sus penas olvida
gracias a nuestra agenda distraída.


¿Y qué pasa con Berta?- me decís.
Que está más fresca que una flor de lis.
Por fin se ve a sí misma con afecto,
ser despistada ya no es un defecto.

Ilustración de José Fernández.

miércoles, 9 de junio de 2010

Monosílabo y esdrújulo


ILUSTRACIÓN DE JUANITA SUBERCASEAUX (Pinchar para ver en grande)


- Eh.
- ¡Carámbanos! ¡Monosílabo!
- Sí.
- Estás pálido, lánguido…
- Ya.
- ¿Es algo trágico?
- Sí.
- No seas tímido, si quieres dímelo.
- No.
- Si éramos íntimos…
- Sí.
- ¿Y tu helicóptero? ¿cómo llegaste aquí?
- Tren.
- ¿Y tus monóculos? ¿los extraviaste allí?
- Sí.
- ¡¡Pero qué pérdida!! ¿Cómo pudo ocurrir?
- Ay…
- ¿Está doliéndote?
- Sí.
- ¿Es la clavícula?
- No.
- ¿Es algún órgano?
- Sí.
- No te preocupes más, solucionémoslo.
- Va.
- Mira esos árboles, ¿de qué color los ves?
- Gris.
- Oye está música, ¿te suena bien o mal?
- Mal.
- Prueba esta pócima, ¿te sientes revivir?
- No.
- Ay monosílabo, te duele el corazón.
- Sí.
- Con tanta pérdida quedaste así.
- Ya.
- Toma mi brújula, encuentra tu helicóptero, rescata tus monóculos y vuelve a sonreír.

jueves, 3 de junio de 2010

Mi abuelo




ILUSTRACIÓN DE JUANITA SUBERCASEUX (pincha para verla en grande)



Mi abuelo tiene muchas arrugas,

porque mi abuela lo dio de sí.


Mi abuelo tiene pelos en las orejas,

para no oír más tonterías.


Mi abuelo tiene mal pulso,

para dar emoción a las comidas.


Mi abuelo anda despacio,

y jamás pisa una caca.


Mi abuelo no tiene pelo,

porque se lo dio a los pobres.


Mi abuelo habla bajito,

y siempre cuenta secretos.


Mi abuelo usa bastón,

y dentro esconde una espada.


Mi abuelo huele a regaliz,

el caramelo de Batman.


Mi abuelo tiene cicatrices,

de cuando era pirata.


Mi abuelo tiene tiempo para jugar,

no como otros…


jueves, 27 de mayo de 2010

Un susto de muerte



Las pulgas son animales
alegres y divertidos,
les gusta viajar en perro
y dar saltos atrevidos.

Las pulgas no viven mucho:
dos días, máximo tres;
siempre tienen mucha prisa
pues no hay tiempo que perder.

Lo que más miedo les da
es que la muerte las lleve
por eso al hacerse viejas
se esconden en donde pueden.

Su escondite preferido
es la tripa de la gente
porque allí está muy oscuro
y no creen que las encuentren.

Cuando la pulga envejece
y el corazón ya le falla
se cuela por nuestra boca
y salta despreocupada.

En la tripa son molestas
pues cuando ellas dan saltitos
nosotros hacemos “hip-hip”
vamos, que nos entra el hipo.

Por eso si alguien te asusta
el hipo desaparece,
pues su débil corazón
no aguanta, y la pulga muere.

Pero tú no te preocupes
que si se muere de un susto
se va al cielo de las pulgas
el mejor lugar del mundo.

Allí hay millones de perros
sobre los que pasear
y miles de trampolines
para que puedan saltar.

Pero lo mejor de todo
es que viven para siempre
y ya no le tienen miedo
ni a la vejez ni a la muerte.